Sin remitente

Hola, ¿cómo va todo? (bueno, aunque tan solo es una pregunta de cortesía porque realmente no me interesa demasiado. Así que, si quieres, no contestes).
Te escribo porque te conozco mejor de lo que piensas, aunque tú a mí no me conoces. De hecho, no tienes la menor idea de quién puedo ser.
Te escribo porque creo que ya es hora de dejar zanjados ciertos asuntos, de bajar el telón de las obras inacabadas y de mirar hacia otro lado, a través de otro color.
En estos años he visto cómo crecías, cómo ibas madurando y cambiando. Pero, cansado de estar en las sombras y de actuar solamente como una voz en off de tu cabeza, he sacado el valor para escribir esto.
Tienes que dejar atrás la pereza y la autocompasión.  De verdad, vales mucho. Lo has demostrado y, lo más importante, te lo has demostrado. Entonces, ¿por qué te resignas y te niegas a aceptarlo? ¿Por qué huyes como un cobarde cuando todo se pone feo?

¡Ya basta idiota!

El resto ya lo sabes. Ahora te toca a ti seguir escribiendo esta carta.

Para Yeray Brito (A.)

1 comentario:

  1. me encanto tu blogger !!que tal si lees este http://wordlbreef.blogspot.com.es/

    ResponderEliminar

Comenta aquí